Alondra de la Parra no deja de acumular poder en Madrid: tras la titularidad de la ORCAM, ahora se ha anunciado su nombramiento como directora del Auditorio del Escorial, con su certamen musical veraniego. El próximo año llevará a la orquesta regional a actuar en un hotel de la costa mexicana, donde se celebra su propio festival.

Alondra de la Parra, Berlin, 2023, Copyright www.peterrigaud.com

Tendríamos que remontarnos a los tiempos de Lola Rodríguez Aragón, cuando la ilustre cantante y profesora llegó a compaginar la dirección artística de teatros, la Escuela Superior de Canto y el Coro Nacional para situarnos, de nuevo, ante otra mujer que, como ahora la mexicana Alondra de la Parra, llegara a acumular tal nivel de poder en la vida musical madrileña.

El destino de la capital parecía escrito como una premonición cierta en la biografía de esta neoyorquina por accidente, cuyas raíces se encuentran vinculadas a la creación artística de su país de origen a través de su conocida abuela, la escritora Yolanda Vargas Dulché, conocida como “la reina de las historietas” gracias a la popularidad que adquirió uno de sus originales personajes, Memín Pinguín, inspirado en el mote de su novio, Guillermo de la Parra, propietario de una próspera cadena hotelera.

Hace un par de años, De La Parra, formada en la Manhattan School of Music con el pianista Jeffrey Cohen, sonó como posible sustituta de David Afkham para ocupar la titularidad de la OCNE. Pero una incómoda filtración, durante una entrevista a un medio gallego, en la que ella misma ofrecía claras pistas sobre el ofrecimiento del cargo, frustró la más que probable designación.

El interés en este empeño fracasado, en buena medida, por la impaciencia llegó a atribuírsele al entorno del antiguo ministro de cultura socialista, Miquel Iceta, aunque el INAEM depende de Sumar. Aquel anuncio inesperado dio lugar a una tormenta prolongada y ruidosa, si bien no tan virulenta como la que ahora se ha producido, en Italia, tras el nombramiento de Beatrice Venezi como titular musical de La Fenice de Venecia. Los medios musicales locales mostraron su rechazo a la posibilidad del recambio, tildado de “frívolo” y “disparatado” en los peores casos, y “precipitado” en otros.

Las objeciones presentadas contra la mexicana, entonces, son muy parecidas a las que ahora se esgrimen en contra de su colega italiana. A Alondra de la Parra, que ha sido responsable de la Sinfónica de Queensland e invitada de la Orquesta Sinfónica de Milán, se le cuestionaba que no tenía currículo suficiente para dirigir los destinos de una agrupación del prestigio de la Nacional. Así que lo suyo se quedó en un mero rumor, hasta que la ORCAM (la Orquesta y Coros de la Comunidad de Madrid) acudió en su rescate.

Si la izquierda no logró imponerla en el Auditorio Nacional, como parecía el deseo del sector socialista, la derecha siempre podía procurarle una alternativa (los conciertos de la orquesta regional se celebran, mayormente, en el mismo edificio de Príncipe de Vergara).

Finalmente, reclutada para un conjunto sinfónico regional, con menos prestigio y medios que la ONE, De la Parra ha tenido en esta deseada nueva etapa madrileña ocasión de mostrar sus credenciales para conquistar a los más críticos (como siempre, no a todos) y convencerlos de su valía  profesional y buenos propósitos artísticos.

Su participación en la anterior temporada del Teatro de la Zarzuela, donde dirigió la conocida producción de La del manojo de rosas de Sorozábal (el gran colaborador de Lola Rodríguez Aragón), obtuvo buenas reseñas (menos que su Turandot en el Liceo). Lo mismo suele ocurrirle a sus conciertos de abono con la ORCAM, donde suele desplegar el repertorio más popular con frecuentes guiños a la música hispanoamericana, de la que se ha erigido en importante valedora con varios discos en el morral.

La ORCAM junto a su titular, Alondra de la Parra

 Además, puede presumir de dos logros importantes: la asistencia a los conciertos de la ORCAM parece haber remontado, con un incremento del 17% en los abonos. Y la dotación presupuestaria para sus actividades ha aumentado en un nada desdeñable 60%, lo que podría redundar en el incremento del salario de los músicos: una reivindicación que la propia directora se encargó de realizar hace un par de semanas, a través de las páginas de “El País”.

Encantado con los resultados de su trabajo, el consejero de Cultura de la comunidad madrileña, Mariano de Paco, esta semana acaba de premiarla con un nuevo cargo, que aumenta su creciente poder en la escena musical de la región. Alondra de la Parra se ocupará, además, de la dirección artística del Auditorio de San Lorenzo del Escorial, y del festival que se celebra allí todos los veranos.

Tiene por delante un reto importante, porque la actividad musical que se despliega en este auditorio, soñado en su día por Ruiz Gallardón como una posible réplica al brillo estival de Salzburgo y otros grandes certámenes europeos, resulta más bien escasa y de una relevancia muy relativa, solamente puntual.

La pretendida gran cita de los veranos comenzó, en su momento, con algún brío y nombres importantes, pero luego su oferta se ha concretado en una programación algo deslavazada, cada vez más insignificante. ¿Logrará esta mujer hacerlo resurgir de sus cenizas? La propuesta hablará por ella cuando se desvele.

Mientras, prosigue su descubrimiento de la zarzuela con el estreno de la zarzuela El orgullo de quererte, una historia de desamor homosexual ambientada en Chueca, que dirigió en los Teatros del Canal con puesta en escena de Albert Boadella: la relación entre ellos no resultó todo lo fluida que podría esperarse, y ahora De la Parra ya cuenta con otro teatro, pero esta vez con todas las responsabilidades de gestión.

De la otra encomienda que se le realizó a la mexicana cuando firmó por la ORCAM, la de contribuir a su visibilidad internacional (hasta ahora prácticamente inexistente), también existen noticias frescas de estos mismos días. La directora compaginará sus numerosas actividades con la programación de un festival en su propio país, bajo la denominación de PAAX GNP. El certamen se celebra durante los estíos en un resort de lujo de Cancún, el Hotel Xcaret Arte, situado en Quintana Roo.

Según el reciente anuncio, De la Parra se llevará a la ORCAM a actuar en su propio festival, entre el 23 de julio y el 6 de agosto del año próximo. Para los músicos, además de exhibirse ante una audiencia de afortunados turistas internacionales, será como una prolongación o anticipo de sus vacaciones, lo que siempre resulta muy bien recibido.

Aunque aún no se han concretado las actividades en las que participará el conjunto regional, ya se ha publicado parte del programa: desde el estreno de La reina roja, una obra encargada a la compositora Gabriela Ortiz, hasta conciertos con los tenores mexicanos Rolando Villazón y Arturo Chacón Cruz.

Octavio Paz, al reseñar el trabajo de su compatriota, el notable compositor y director Silvestre Revueltas, afirmaba que “muchos, al dirigir la orquesta, parecen magos, otros simplemente prestidigitadores”. A Alondra de la Parra, en Madrid, se le han otorgado plenos poderes para que haga y deshaga a placer. Ahora solo falta comprobar si estos son de naturaleza auténticamente prodigiosa. Pronto se sabrá.

César Wonenburger